Historias de fotógrafos y modelos ( II ) - Fotógrafos / as de mentira

Hace muchos años que me dedico a la fotografía. Siempre me ha gustado hacer fotos. Para mí la fotografía era como un reto de superación y una motivación para la inteligencia. Las guerras se pueden explicar y escribir miles y miles de hojas. Las guerras se pueden grabar y hacer vídeos que te dan para llenar meses de programación televisiva y hacer infinidad de documentales. Pero las guerras, en fotografía, se pueden enseñar con una sola imagen. Una sola foto puede cambiar todo el concepto que se tiene de una guerra, y eso es maravilloso. Todo el mundo recuerda la guerra de Vietnam por la foto de la niña con la piel llorando con la piel colgando y quemada por el napalm. Eso sí es fotografía. Una sola imagen, inolvidable, que conmovió al mundo y enseñó la realidad de la guerra.

Yo era un criajo cuando me compré con los pocos ahorros una cámara werlisa de esa época. Iba con carrette. Era de esas cámaras que le das al botón y tenías que tirar de una palanca para que avanzara el carrette. Desde esos tiempos, he ido haciendo fotos por aquí y por allá, siempre me he movido por el mundo de la fotografía, conozco a excelentes fotógrafos y fotógrafas, fotoperiodistas de prestigio, grandes profesionales, pero también sé que existe mucho subnormal asqueroso y baboso, y que dan muy mala fama al fascinante arte de la fotografía.

Hoy, en este artículo, os voy a hablar de ese otro lado del oficio, con miles y miles de personajes lamentables que se creen fotógrafos o fotógrafas simplemente porque se han comprado una cámara de fotos y hacen fotos.

"El primer síntoma para detectar un fotógrafo de mentira"

A veces es difícil distinguir un fotógrafo bueno de verdad, de un fotógrafo de basura y pacotilla. Hay gente que tiene mucha labia, y se montan unos discursos convincentes. La gran mayoría de esos discursos ya los tienen preparados en su mente, se han ido montando sus entrenamientos mentales, o lo han repetido ochenta mil veces y ya se lo saben de memoria. Van montando trozos de frases que les ha funcionado, y con el paso de los años ya tienen un discurso bien montado y estructurado.

Pero, para guiarnos un poco, un mal síntoma es que su currículum se limite a Facebook o su Instagram. La modelo ha de preguntar al fotógrafo si tiene web, estudio, con quién ha trabajado, si ha participado en eventos, y poner siempre alguna pregunta en plan de trampa, para ver si el intruso pica el anzuelo. Las respuestas han de ser muy variadas, pero si las respuestas se limitan a decir que la gente le sigue por Facebook, que conoce las modelos por Facebook, que todo lo sube a Facebook, y Facebook por aquí y Facebook por allá y Facebook hasta con las letras de la sopa, ¡mal vamos! ¡Desconfía!

Los fotógrafos somos gente que tenemos historias. Siempre hay anécdotas, curiosidades, momentos muy divertidos, fotos complicadas, situaciones inverosímiles, y también días rutinarios y aburridos. El mundo fotográfico es muy amplio, y se explican historias de lugares distintos, de personas, de publicaciones, de cámaras, y también hablamos de experiencias, porque cada imagen que se retrata es una experiencia vivida, para quien está detrás de la cámara y para quien está delante de la cámara. Hablar sólo de Facebook es que se pasa todo el día sentado con el ordenador, y todo lo que dice son vanidades creadas por su mente.

Os recuerdo que NO se puede valorar la calidad de un fotógrafo o fotógrafa por los comentarios en su Facebook o su Instagram, o la cantidad de seguidores que tiene. Esos datos NUNCA son un termómetro de calidad. Yo no tengo Facebook, no tengo Instagram, no tengo whatsapp, y me importa una puta mierda lo de las redes sociales. Si miráis mis otros artículos, ya veréis que hay alguno dedicado a Facebook y a WhatsApp y todas esas estupideces.

"Otra aspecto a desconfiar es cuando dicen que son fotos artísticas"

Hablando en el campo de bondage, se usa mucho el discurso de decir que la fotografía es artística. El adjetivo artística es un clásico de los que quieren hacer fotos a chicas desnudas o en lencería sexy.

En realidad, los adjetivos a las fotos lo pone el público que ve las fotos. Yo siempre digo que hago fotos bondage. Yo hago bondage. Son fotos de atar y ser atadas. ¡Así de fácil! La mayoría de la gente dice que muchas de mis fotos son eróticas, pero también me han dicho que son light, que son duros, que son muy bestias, que es muy severo, que es pornográfico, que no le gustan, que son buenísimas, o sí, sí, algún vez me han dicho que las ven artísticas. ¡Detesto este adjetivo! Pero me da igual el color del que lo vean. Están en su derecho. Yo digo que son fotos bondage, y a partir de ahí, que cada uno le ponga el adjetivo que quiera.

Hay gente que entra en mi web y se pasa media hora mirando fotos y todo lo que pongo. Hay gente que están cinco minutos para mirar lo que más les interesa. Hay gente que entra y cuando ve la prmera foto ya cierra la web al instante. Hay de todo, y lo entiendo y lo acepto. Que una fotografía sea artística o pornográfica dependerá de los ojos que miran la foto.

Por lo tanto, el término artístico es el más peligroso si no conoces al fotógrafo o fotógrafa para el que vas a posar. Yo cuando escucho esa excusa de artístico ya me meo de risa. ¡Es la excusa más vieja para pedir que te desnudes! Y además te dirán que ese desnudo artístico, que se vea de perfil, que se insinua y todo eso rollo de mierda para decir con bonitas palabras que no es foto enseñando el coño o las tetas en primer plano. ¡Las cosas como son! Se puede buscar ser elegante en las fotos, eso sí es verdad. Se han de hacer las fotos que no sean desagradables, pero se puede ver las tetas frontales y os pezones y la foto sigue siendo viendo. Eso depende de la calidad del fotógrafo.

Yo valoro MUY MAL los horripilantes discursos de que hacen fotografía artística. La palabra artística es muy indefinida, y por sí sola no dice nada. Las explicaciones de los fotógrafos para las sesiones de fotos deben de ser claras, directas y estructuradas, y han de hablar de forma específica y detallada de la temática a fotografiar, sea desnuda, sombreros, moda, deportes o bondage. El adjetivo que lo ponga el público cuando vea las fotos.

"Otra mala señal es meterse en temas de la vida privada"

Cuando se prepara una sesión de fotos se pueden hablar de todo lo que sea referente a la fotografía. Este es el campo del fotógrafo. Es cierto que hay modelos extrovertidas por su personalidad, y que te explican que se han ido de fiesta y que se fueron al cine con sus amigas, y que le gusta tal película, pero eso ya es el carácter de cada persona, porque hay modelos que son todo lo contrario, son calladas y están concentradas en la sesión de fotos. No quieren distraerse, quieren salir guapas, hacer bien los posados, y no hablan.

Hay fotógrafos y modelos que desarrollan muy buenas amistades, y se hacen incluso amigos y se ganan confianza, pero hay fotógrafos con sesiones puramente de fotos, cordialidad, profesionalidad, y se van y ya está, como si fuera el cliente que viene a comprarte un jersey. Idéntico. Repito que cada uno tiene su personalidad, y hay que respetarlo, y vivir las relaciones y sesiones como quieran.

Sin embargo, hablando estrictamente de la profesión de fotógrafo, la vida privada de la modelo te importa una mierda. Yo cuando quedo con las modelos hablamos mucho de las fotos y de todo lo referente al bondage. También he trabajado con modelos en otros campos, ocasionalmente en moda hace años, y han sido sesiones de fotos muy buenas, con modelos simpáticas, pero no tengo ni idea de si tienen novio o novia o dónde viven o qué estudian o cuál es su plato favorito o si le gusta leer o el cine. ¡No tengo ni puta idea!

Un fotógrafo, salvo modelos extrovertidas en su propia personalidad, no puede preguntarte si tienes novio, si estás enamorada, si te gusta ir al cine, cuál es tu actor o actriz favorita, dónde estudias, con quién vives, cuántos amigos tienes, y mil cuestiones más relativas a la vida privada. No tiene nada que ver con la sesión de fotos, y yo no necesito para nada esa información para mis fotos. ¡No! No me hace falta.

No son buenas preguntas. No son preguntas correctas. Mejor dicho, son preguntas innecesarias, absurdas y estúpidas, que enfocan más a un intento de ligue o de seducción, en lugar de una sesión de fotos.

"Otro desastre cuando dicen que están practicando y tienen 50 años"

Todo el mundo, yo también, hemos pasado nuestro periodo de aprendizaje y prácticas. Nadie nace enseñado. Cuando nacemos seremos bonitos, pero somos de los mamíferos más tontos tras el parto, y 50 años después hay ejemplares que siguen igual de tontos.

Yo, como todas y todas, tuve mi periodo de prácticas cuando era joven. Son esas fotos que haces con tus amigos, con tu novia, contigo mismo, con la mascota, o por la calle disimulando, o a la farola o edificios o incluso a las plantas, o cuando eres estudiante y adolescente, y encuentras una chica que también quiere aprender como modelo, que es la situación para la cual se inventaron los famosos TFP. Hoy en día ya sé que se hacen estas fotos con los móviles desde pequeño, pero yo me refiero con cámara fotográfica e instinto de fotógrafo. Te salen fotos borrosas, movidas, oscuras, desastrosas, y poco a poco vas aprendiendo y mejorando, y ya obteniendo buenas fotos. Esto sí es hacer prácticas.

Sin embargo, hay miles de anuncios y propuestas en las que dice la misma excusa de si se está aprendiendo, o haciendo prácticas, o estudiando, y que necesitan modelos para practicar en sesiones no remuneradas. ¡pero tienen 50 años! ¡O 40 años! Me da igual, y te salen con ese pretexto usado, y ya desgastado de tanto usarlo, de que en la vida cada día se aprende algo nuevo. ¡Sí, es cierto! ¡Pero NO para aprender a hacer fotos! Esa frase, en esta situación, no cuela. No sirve. Con 50 años ya se tiene que haber aprendido a hacer fotos.

La vida diaria está llena de momentos que nos forma como fotógrafos. Tal como he dicho antes, yo empecé de crío con fotos que ya están borradas y perdidas, que eran de carrette, pero tampoco eran ninguna joya. Supongo que le hice la foto a una flor mi primera vez. ¡No me acuerdo! Con 50 años tienes que haber hecho miles de fotos, y con la tecnología digital actual, que puedes acribillar las fotos todo lo que te da la gana, hago centenares de miles de fotos cada año si las sumo todas, que son las fotos personales, los proyectos, las locura, las fotos bondage y el fotoperiodismo.

A esas propuestas yo recomiendo siempre decir NO porque simplemente es la excusa para n pagar. Hay mucha gente que no paga. Unos no pagan porque no tienen dinero y son pobres, o porque no son profesionales y no las venden ni ganan dinero, o porque son tacaños, y para no confersarlos se montan el rollo de que están aprendiendo.

"Yo no me fío de los que no protegen su trabajo y sus fotos"

Otro punto que quiero reseñar, basado en mi experiencia hablando con profesionales, es que yo desconfío de aquellos fotógrafos y fotógrafas que no protegen su obra o su arte, y publican sus fotos en grande, a máxima calidad, y sin marca de agua. Las marcas de agua son las letras de la web o autor en la foto.

Es comprensible, lógico y de sentido común, pensar que los autores, en cualquier disciplina, protegen su arte.Ocurre en la música, en la literatura, en la pintura, y también en la fotografía. Nadie quiere que le roben sus fotos, en las que ha puesto tanto esfuerzo, entusiasmo y pasión. Para el fotógrafo, es su trabajo, y se gana el dinero con ello. Es como quien vende ropa o fruta o zapatería. No quieres que la gente te robe pantalones, o que roben manzanas, o que roben las zapatillas, y tampoco las quieren regalar. En fotografía es lo mismo. Un fotógrafo profesional y bueno sólo libera sus fotos cuando ya ha conseguido la rentabilidad económica por su trabajo, salvo que la foto no le guste y la desprecia.

Una vez me explicó una chica que quedó con un fotógrafo, hizo una sesión de fotos, y el fotógrafo le dio copia original de todas las fotos que hizo. Le dije que no podía ser. O el tío no tiene ni idea de fotografía, o le ha mentido, y no le ha dado todas las copias, pero eso no se hace. Según modelos y trabajos, se pueden enseñar las fotos, se puede pasar alguna para uso sólo privado y personal, pero el trabajo siempre se protege, como quien protege los zapatos o las bufandas o los ordenadores. Es lo mismo, y por lo tanto, es un detalle que yo valoro si el fotógrafo protege sus fotos o no las protege.

"Hay otros síntomas que salen de la inteligencia de la persona"

En este artículo os he comentado los cinco puntos que yo he destacado, y si alguien reúne los cinco puntos, es decir, que su promoción es sólo Facebook o su Instagram, que dice que hace fotos artísticas, que no es remunerado porque está buscando modelos para practicar, que pregunta si tienes novio, y publica sus fotos sin marca de agua… ¡¡ufff!! en mi opinión es para salir corriendo y decirle NO rotundo. Son todos los números para que la sesión de fotos sea una asquerosa experiencia.

Esta gentuza mancha el oficio, y devalúa y destroza el oficio de la fotografía. Grandes fotógrafos y fotógrafas, con muchos años de experiencia, han sido despedidos de sus puestos de trabajos en muchos medios de comunicación, otros tantos miles deben de trabajar casi sin descanso en jornadas maratonianas para mantener sus pagos, y muchos abandonan el trabajo, cansados y cabreados porque hemos alcanzado un punto en que cualquier imbécil ya se cree fotógrafo por hacer fotos con el teléfono móvil.

Tampoco se mira ya la calidad con el rigor de antaño de los grandes maestros e innovadores. Ahora cualquier foto sirve. Se publican borrosas, torcidas, mal enfocadas, en vertical, pero sirven. Se publican fotos hechas en cualquier momento, en cualquier lugar, o por la razón que sea, por irnos, por llegar, por volver, por estar con él, por estar con ella, por estar con todos, o simplemente por estar. Se hacen fotos a lo que comemos, lo que bebemos, dónde estamos, lo que vemos, lo que hacemos, y todas se suben, se comparten, y se votan con miles de "me gusta"... y continua.

Toda esta multitud de errores provoca por desgracia las malas experiencias. Hay chicas que a veces me comentan las situaciones muy desagradables que les ha ocurrido, y para evitarlas hay que saber leer los síntomas. Yo he resaltado los principales en mi opinión, pero el ser humano tiene lo que se llama inteligencia, o al menos eso dicen. Habrá gente que dirá que desconfía de tal otra cosa que no habré escrito, pero ya sois mayores de edad. Ya toca también razonar y decidir por uno mismo, o una misma. Elegir un buen fotógrafo saldrán unas grandes fotos y será muy buena experiencia. Equivocarse y elegir un farsante mentiroso o mentirosa será un desastre y una horrible sesión. Eso ya es vuestra libertad y responsabilidad.

 

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